jueves, 20 de septiembre de 2012

Para poder hablar de nosotros




Una y otra vez
llego siempre al mismo lugar
y en la misma hora
en la que el crepúsculo pinta el cielo
acariciando de ocres
el lienzo del atardecer.

Desde la muralla espero
que la llegada de los vientos
me traiga tus cenizas
y envuelva con cuidado los recuerdos,
para que durante unos instantes
podamos hablar de ti,
de mí, de nosotros.

Para que solo durante un leve suspiro,
en lo que se despide el atardecer,
pueda dejar de hablar de mí,
o de ti sin ti,
porque ya no existe un nosotros.

El tiempo nos mira de reojo
y los minutos se deshilachan lentamente,
dejando que las tejedoras de la noche
realicen con minucioso cuidado
un telón de oscuridad
que cubra la ciudad
y no deje escapar mis pensamientos;
por lo menos,
hasta que el violeta de la mañana
enjuague mis lágrimas
y espante mis miedos.

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© 2012– texto y fotografía.- José Ignacio Izquierdo Gallardo
 

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