viernes, 18 de febrero de 2011

Se me rompió algo más que el corazón...











Un vacío inmenso me dejas con tu marcha. Unos momentos difíciles de vivir, y un pasado difícil de reemplazar, y de olvidar.

Hoy al levantarme, te he buscado sin encontrarte; sin acordarme de que ayer partiste para siempre. Me he sentado frente a la mesa intentando recordar tu cuerpo. He llorado, me he sentido apesadumbrado, sin saber que hacer ni que decir.

Me queda el recuerdo. Ese recuerdo de las palabras escritas y de las caricias dadas. El recuerdo de los sentimientos compartidos, de los viajes reales o imaginarios que disfrutamos y de los instantes vividos.

Fuiste mi luz en la oscuridad, y mi guía en el camino de las ideas. Mis lágrimas de tinta se derraman por ti, que no fuiste la primera, pero sí mi mejor compañera. Que no fuiste la de mejor presencia, pero sí la mas certera.

Fuiste fiel a mis pensamientos y leal a mis sentimientos. Fuiste la “María” de mis sueños y el alma oculta de mis poemas. Me ayudaste a “buscar el Alba”, a adentrarme en mis “Reflexiones” más profundas y a saber ponerme “En la Piel de Otro”.

Hoy te doy mi último adiós. Sé que debo seguir mi camino sin ti. Meteré en mi mochila la carta con tus últimas palabras escritas, donde quedó derramada tu sangre, que durante tanto tiempo fue la mía.

Te echaré de menos, querida amiga. Echaré de menos el acariciarte con mis dedos; el contemplar tus rios de tinta azul surcando el papel, mientras dabas forma a mis vagas ideas.

PD.- Esta, tu despedida, la he escrito con “quién” ya te sustituye. Como ves, pone mucha voluntad, aunque no es lo mismo. Ya nunca será lo mismo.
Te has convertido en parte de mis pensamientos, por tí sufridos y escritos. Por eso, me quedaré con tu recuerdo, mientras tiro tu cuerpo a la papelera.
-Pilarrrrr.- ¿Con qué se quita la mancha de tinta de la mesa?.












1 comentario:

Carmen dijo...

Hasta un objeto inanimado puede arrancar bellos pensamientos y tu con tu nuevo boligrafo (jaja) hacernoslo sentir como algo especial.