miércoles, 24 de octubre de 2012

(In) Conciencia



 
Se remueven las conciencias

de los días bisiestos,

de las oscuridades de sábanas mojadas,

de los besos sin labios encontrados,

y del maullido feroz

                         del hombre gato

en las noches de luna nueva.

 

Me remueve la conciencia

el silencio de un silencio,

el amor de contrabando,

o el robar las caricias de las olas

mientras me dejo abrazar por su nada.

 

Me remueven la conciencia tus adioses,

tus continuos e inagotables

e insufribles adioses.

tus palabras no escuchadas

que se encuentran

con las mías nunca dichas.

 

Me remueve la conciencia

el ser consciente de mis pensamientos,

el abrirme paso entre la niebla

de la noche de los sueños,

el escalar por tus senos

y adentrarme entre bosques interminables

                                                           e insaciables

de placer ajeno.

 

Pero sobre todo,

me remueve la conciencia,

mi falta de arrepentimiento.
 


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© 2012– texto y fotografía.- José Ignacio Izquierdo Gallardo

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